Empezamos cortando la manteca en cubos y le agregamos la azúcar. Luego, con una batidora vamos a batir durante unos 5 minutos a una velocidad media hasta que obtengamos una pasta cremosa.

En un bol batimos los huevos un poco, solo para que se rompan las yemas. A continuación, los agregamos de a poco a nuestra preparación y continuamos batiendo hasta que se integren.

Ahora dividimos la mezcla en dos partes iguales. En una de las partes, agregamos la esencia o extracto de vainilla y batimos un poco.

Luego, tamizamos y agregamos 180 gr de harina de trigo junto con 1 cucharadita y media de polvo de hornear. Ahora mezclamos hasta que se integren todos los ingredientes.

Incorporamos la mitad de la leche, es decir 125 ml y continuamos batiendo a velocidad baja. Una vez hecho esto ya tenemos una parte lista, ahora vamos a hacer la de chocolate.

En la otra mitad de mezcla que habíamos reservado, vamos a tamizar y agregar 150 gr de harina, el cacao en polvo y una cucharadita y media de polvo de hornear.

Batimos a velocidad baja hasta que no hayan grumos.

Luego, añadimos la leche que nos quedaba y batimos durante unos minutos hasta que se integre por completo.

Una vez que tenemos nuestras dos mezclas listas vamos a buscar un molde. Empezamos poniendo mantequilla y harina de trigo por toda su superficie para que nuestro bizcochuelo no se pegue.

Luego, vertemos un poco de la mezcla de vanilla en un lado y en el otro la de chocolate. Continuamos haciendo lo mismo con la mezcla que nos queda. La idea es que se vayan intercalando, es decir un poco de mezcla de vainilla y arriba un poco de la mezcla de chocolate.

Ahora agarramos el molde y damos unos golpes sobre la mesada. Esto lo hacemos para que toda la mezcla se distribuya correctamente sobre el molde.

Luego, introducimos un palito o un cuchillo y vamos haciendo garabatos sobre la mezcla. Esto hará que nuestro bizcochuelo tenga un lindo diseño, ya que se mezclaran el chocolate y la vainilla.

Por ultimo, cubrimos el molde con papel aluminio por arriba y llevamos a un horno pre-calentado a 180°C durante unos 60 a 65 minutos aproximadamente. El tiempo depende mucho del tamaño de molde que utilices. 

Una vez que retiramos el bizcochuelo del horno, lo dejamos reposar 10 minutos a temperatura ambiente y luego lo desmoldamos.